La hipertensión produce una mayor resistencia para que el corazón bombee la sangre. El músculo cardiaco responde aumentando su masa muscular, motivo que puede acabar causando insuficiencia coronaria, angina de pecho y arritmia. 

Además la hipertensión promueve el desarrollo de arteriosclerosis (endurecimiento  de las arterias), trombosis y formación de aneurisma (dilatación de la arteria).  La arteriosclerosis de los vasos sanguíneos en las piernas puede causar dolor al caminar.

La HTA provoca que las arterias del cerebro se vuelvan rígidas y estrechas no recibiendo la cantidad de sangre suficiente por lo que existe un aumento del riesgo de daño cerebral. Hay ocasiones en las que puede llegar a producirse la rotura de la arteria que provoca una hemorragia cerebral causando  ICTUS o accidente cerebrovascular agudo hemorrágico.

La HTA provoca alteraciones en la visión debido a la retinopatía hipertensiva.

El riñón también sufre daños debido a la rigidez que causa en  las arterias renales, siendo la HTA la segunda causa más importante de enfermedad renal crónica.